03-01-2021, 06:29 PM
Alguna vez habréis escuchado comentarios similares a esto:
“¡Bueno que le pase!”
“Eso es un asunto de drogas.”
“¿Quién la manda a estar en la calle a esa hora?”
“A mí me contó alguien que lo conoce bien...”
“Ella dijo ayer que...”
“Todos son iguales; no se puede creer en nadie.”
“¡Que los maten todos!”
“¡Que se jodan!”
"Mientras yo esté bien, me da igual"
Estos comentarios insensibles son sólo una muestra de los que oímos todos los días.
Porque todos los días hay masacres, asesinatos, suicidios, despidos, chismes, ataques políticos... o matan a una mujer por aquello de “mía o de nadie”.
Y como los “visuales” de los noticiarios incluyen tomas de los zapatos del muerto, de la muñeca de la niña asesinada y de la periodista que le pregunta a la viuda cómo se siente ante la muerte de su marido... porque mientras más llanto, más rating. Y más insensibilidad.
La sensibilidad, o la falta de ella, es un tema recurrente en el mundo de hoy, y en Puerto Rico, ni se diga. Y con razón. Si nos dejamos llevar por la definición de sensibilidad como la facultad de sentir, propia de los seres animados; la propensión natural del ser humano a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura, no nos queda más remedio que concluir que, en efecto, nos estamos volviendo más insensibles cada día.
Hay una especie de conexión entre la insensibilidad, la morbosidad y la falta de empatía. La empatía, la capacidad de ponernos en lugar del otro, es un componente esencial de la inteligencia emocional que podemos trabajar.
EJERCICIO DE SENSIBILIDAD:
1. La próxima vez que tengas ganas de emitir un comentario piensa primero:
3. Una vez estés seguro de que lo que dices es cierto, cuando estés convencida de que tienes razón, de que no te estás dejando llevar por chismes malintencionados ni por politiquería barata... ¡LUCHA POR LO QUE CREES Y DEMUESTRA QUE ERES UNA PERSONA SENSIBLE!
“¡Bueno que le pase!”
“Eso es un asunto de drogas.”
“¿Quién la manda a estar en la calle a esa hora?”
“A mí me contó alguien que lo conoce bien...”
“Ella dijo ayer que...”
“Todos son iguales; no se puede creer en nadie.”
“¡Que los maten todos!”
“¡Que se jodan!”
"Mientras yo esté bien, me da igual"
Estos comentarios insensibles son sólo una muestra de los que oímos todos los días.
Porque todos los días hay masacres, asesinatos, suicidios, despidos, chismes, ataques políticos... o matan a una mujer por aquello de “mía o de nadie”.
Y como los “visuales” de los noticiarios incluyen tomas de los zapatos del muerto, de la muñeca de la niña asesinada y de la periodista que le pregunta a la viuda cómo se siente ante la muerte de su marido... porque mientras más llanto, más rating. Y más insensibilidad.
La sensibilidad, o la falta de ella, es un tema recurrente en el mundo de hoy, y en Puerto Rico, ni se diga. Y con razón. Si nos dejamos llevar por la definición de sensibilidad como la facultad de sentir, propia de los seres animados; la propensión natural del ser humano a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura, no nos queda más remedio que concluir que, en efecto, nos estamos volviendo más insensibles cada día.
Hay una especie de conexión entre la insensibilidad, la morbosidad y la falta de empatía. La empatía, la capacidad de ponernos en lugar del otro, es un componente esencial de la inteligencia emocional que podemos trabajar.
EJERCICIO DE SENSIBILIDAD:
1. La próxima vez que tengas ganas de emitir un comentario piensa primero:
- ¿Te gustaría que hablaran así de ti?
- ¿Tienes los ingredientes necesarios para corroborar lo que dices?
- ¿Están tus hijos ahí para oír tu opinión? (Recuerda que el ejemplo es el mejor maestro)
3. Una vez estés seguro de que lo que dices es cierto, cuando estés convencida de que tienes razón, de que no te estás dejando llevar por chismes malintencionados ni por politiquería barata... ¡LUCHA POR LO QUE CREES Y DEMUESTRA QUE ERES UNA PERSONA SENSIBLE!